
“De molestosos limpia-parabrisas a serviciales promotores”
Es de conocimiento mundial que la necesidad lleva al hombre a inventar cualquier cosa para subsistir. En este contexto, hace ya una década aproximadamente, las calles de Santiago se comienzan a llenar de personajes que limpian los parabrisas a cambio de una moneda. En un comienzo, esta original forma de ganarse la vida tuvo diversas reacciones entre los automovilistas de la capital. Así, había quienes apoyaban a estos “flaites” y por lo tanto aportaban con su monedita, pero también estaban los conductores más odiosos que no aceptaban aquellas prácticas.
Hoy, existe consenso entre los santiaguinos. Y probablemente si pudiéramos escuchar lo que dicen los conductores al llegar a las esquinas, quizás sería algo así:
“Chuuuu!!! Estos flaites de nuevo, no te creo, que lata”
O bien,
“Por la misma, grrr... odio a estos flaites”
Y ahora, una señora respondiendo a la invasión,
“No, no, no, mijito no tengo ninguna moneda”
Y el flaite diría:
“No se preocupe reina, a la vuelta me paga”
Y bueno, probablemente la señora le daría una moneda después de todo. Pero lo concreto es que todo este proceso se ha vuelto extremadamente desagradable. Y es que si se piensa, el acto mismo es sin duda muy invasivo. De hecho, muchas veces aún sin darles nuestro consentimiento, estos limpiadores mojan los parabrisas y comienzan a limpiarlos.
En fin, el proyecto “Flaite No More”, busca solucionar a cabalidad este problema social. Entonces, se abarca tanto la necesidad de acoger a estos limpia-parabrisas y darles la posibilidad de realizar un trabajo más digno como también solucionar el problema desde el punto de vista de los automovilistas.
La idea es crear una organización o empresa social que reúna a actuales limpia-parabrisas santiaguinos, y cambié radicalmente el enfoque y la forma de su trabajo. Específicamente, el proyecto considera que estos adolescentes ofrezcan dos tipos de servicios. El primero de ellos, es él que han realizado siempre. Es decir, limpiar los parabrisas de los automóviles. El segundo, es que se paseen con un basurero que diga algo como: “Su basura panfletera aquí”. Y por lo tanto, este servicio ofrece a los automovilistas la posibilidad de limpiar sus automóviles mientras se encuentran esperando por la luz verde.
Ahora, la idea es que una vez terminado de limpiar o bien de recoger la basura, este “flaite”, vestido ahora de promotor de alguna marca (con visera de la marca y toda la vestimenta publicitaria), le regale al automovilista un dulce con el logo de la marca. Es decir, que por ningún motivo le pida una moneda al conductor.
Y luego, estos “flaites” ahora, promotores, ganaran por la publicidad que estarán haciendo a las distintas empresas que contraten el servicio.
Entonces, será la organización creada la responsable de conseguir las campañas publicitarias a realizar, y a su vez la encargada de cobrar a las empresas y pagar a los limpiavidrios y supervisores.
En concreto, el proyecto considera la iniciación de actividades para formar una empresa. Luego, se reunirá una cierta cantidad de adolescentes dedicados actualmente a limpiar parabrisas. Con ellos, se gestionará para que formalicen todos sus documentos (en caso de que hubiera necesidad), y entonces, se les asesorará para que inicien actividades, y puedan dar boleta como agentes publicitarios. Simultáneamente, la empresa comenzará a buscar clientes para esta nueva forma de publicidad. Entonces, se realizarán pruebas en terreno en las cuales se filmará la reacción de la gente. Así, se preparará todo el material para salir a vender el servicio.
De esta manera, se pretende que los automovilistas asocien a la marca de la empresa que se está publicitando, como una compañía preocupada por la sociedad, y además llevando a cabo una campaña publicitaria original y poco invasiva.
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